1. Los sistemas de monitoreo de presión de los neumáticos inflan automáticamente los neumáticos
Todos los automóviles nuevos fabricados desde 2014 deben contar con un sistema de monitoreo de presión de neumáticos (TPMS). Estos útiles sistemas electrónicos están diseñados para monitorear la presión de los neumáticos y pueden ayudar a prevenir accidentes causados por una presión excesivamente baja. También pueden ayudar a los conductores a garantizar que sus automóviles funcionen de forma predecible, reducir el consumo de combustible, reducir las emisiones y minimizar el desgaste de los neumáticos.
Los sistemas están conectados a las computadoras centrales de los automóviles y cuando detectan que la presión en un neumático ha descendido a un nivel inseguro, hacen que los conductores tomen conciencia al proporcionar una alerta visual. Sin embargo, contrariamente a lo que mucha gente piensa, este equipo no infla automáticamente las llantas cuando se detecta baja presión. Simplemente garantiza que los conductores sepan que hay un problema con la baja presión de los neumáticos. Luego depende de los conductores inflar ellos mismos los neumáticos a un nivel apropiado.
Entonces, ya sea que su vehículo tenga o no un TPMS, necesitará inflar sus llantas manualmente. Se recomienda que verifique la presión con un calibre preciso cada dos semanas, y esto debe hacerse cuando las llantas estén frías (lo que significa que su coche ha estado parado por un par de horas o más).
2. Las llantas nuevas siempre deben ir al frente
Si solo está reemplazando dos llantas en su automóvil, es posible que haya escuchado que es mejor colocar las nuevas en la parte delantera. Sin embargo, esto generalmente no es aconsejable. A menos que el manual de su vehículo brinde recomendaciones específicas para lo contrario, es mejor colocar las llantas de más alta calidad/más nuevas en la parte posterior. Ya sea que su coche sea de tracción delantera o trasera.
Colocar las llantas nuevas en la parte trasera tiende a favorecer el "subviraje", lo que significa que en ciertas condiciones (como hielo o lluvia fuerte) su automóvil puede continuar en línea recta aunque esté girando la rueda. Por otro lado, si sus llantas nuevas están en la parte delantera, es más probable que 'sobrevire', lo que significa que la parte trasera de su vehículo puede liberarse, lo que hace que gire.
Además, es mejor tener llantas más nuevas que sean menos propensas a sufrir pinchazos y otros daños causados por el desgaste en la parte posterior que en la delantera, ya que es más difícil controlar los vehículos con llantas traseras dañadas que llantas delanteras dañadas.
Si está comprando llantas nuevas y no está seguro de dónde deben colocarlas en su automóvil, puede obtener el asesoramiento de expertos técnicos capacitados.
3. Superar el número de "presión máxima" en los neumáticos hará que exploten
Es posible que haya visto un número de "presión máxima" en la pared lateral de sus neumáticos. A menudo, se supone que este número representa la presión máxima que un neumático puede alcanzar antes de que estalle. De hecho, este no es el caso. La cifra máxima de presión indica la presión que debe tener la llanta cuando el automóvil está completamente cargado, en otras palabras, la presión a la que la llanta llevará el peso máximo.
Esto significa que no tiene que preocuparse de reventar accidentalmente el neumático si supera este número cuando lo está inflando. Los neumáticos nuevos están diseñados para ser altamente robustos y no explotarán a presiones incluso superiores a este número máximo de prensa. Dicho esto, es importante tener cuidado cuando infla las llantas de su coche. Inflarlos excesivamente puede causar daños, mayor desgaste en la banda de rodadura central, y si sus llantas tienen demasiado aire, existe un mayor riesgo de que fallen si golpea un bache.
Lo importante cuando revisa y ajusta las presiones de las llantas es conocer las lecturas correctas de su automóvil y atenerse a ellas lo mejor posible en todo momento (teniendo en cuenta que variarán dependiendo de si su coche está completamente cargado o no)
4. Los neumáticos no usados no se degradan
Es cierto que el daño a los neumáticos a menudo es causado principalmente por el desgaste debido al uso en las carreteras. La señal más obvia de esto es el hecho de que a medida que acumulas las millas detrás del volante, la banda de rodadura de sus neumáticos comienza a desgastarse. Sin embargo, esto no significa que si no usa su automóvil, las llantas permanecerán en perfecto estado. Otros factores también afectan la condición del caucho, incluidas las condiciones en que se almacenan los neumáticos. Por ejemplo, si están expuestos al calor, al frío, a la luz solar, al agua y al hielo, comenzarán a envejecer.
Hay pasos que puede seguir para ayudar a proteger sus llantas cuando no están en uso. Por ejemplo, si puede, guárdelas adentro en un ambiente fresco y seco como un garaje. Sin embargo, si su vehículo ha estado inactivo durante mucho tiempo, es posible que deba reemplazar las llantas en lugar de rellenarlas. Debe revisarlas cuidadosamente para detectar cualquier signo de daño, como grietas o protuberancias.
Si no está seguro de si sus llantas aún son seguras, haga que las examine un experto, idealmente antes de usarlas y, por supuesto, antes de realizar un largo viaje.