La llegada del verano es una época que muchos conductores aprovechan para cambiar sus neumáticos. Los talleres especializados en ello deben dar a conocer a los usuarios las ventajas de revisar su estado y comprobar la presión de este componente.
Se ofrecen una serie de beneficios para comprobar la presión de los neumáticos. Por un lado, este tipo de componente, al ser nuevo, ofrece una mayor seguridad y una conducción más sencilla. Unos neumáticos hinchados con una presión por debajo de la recomendada hacen que el vehículo responda mal en términos de maniobrabilidad y que pueda tener comportamientos inesperados en condiciones y situaciones extremas. Por ejemplo, reducen la distancia de frenado en situaciones de lluvia.
Además, mantener una presión adecuada incrementa la durabilidad y esperanza de vida de los neumáticos. Si están menos hinchados de lo recomendado se desgastan más rápido, aumentando las posibilidades de que sufra daños estructurales o de que fallen o incluso de que se produzca la rotura del neumático.
Por otro lado, existe una relación directa entre la presión de hinchado de los neumáticos y el consumo de combustible y las emisiones de carbono. Una presión de hinchado de los neumáticos por debajo del nivel de presión adecuado incrementan la resistencia al rodamiento, los cual se traduce en un incremento del consumo de combustible.